martes, 23 de julio de 2013

Roma es Amor al revés: la belleza en su estado más puro


Esta obra fue concebida el día que me topé con esta escultura.

Es un ángel que está bañado por ese extraño haz de luz que proviene de las vidrieras, mira hacia la nada como el que espera desde hace siglos la llegada de alguién en el horizonte, como si quisiera al anochecer, volver a ser criatura de carne y no de piedra, o quizás sea ese silencio que lo inunda todo, o ese sobrecogedor sentimiento de pequeñez ante las maravillas que el hombre hacer por amor.

Siempre que entro en un templo, como artista, miro más allá de lo que muchos juzgan como lujo.
Este ángel no lo escogí por casualidad, lo vi por primera vez siendo muy joven, cuando pensaba que el mundo estaba a mis pies y no yo, debajo de él.

Cuando el sentimiento de belleza roza lo sobrenatural y cada rincón tiene algo nuevo y sorprendentemente bello que inundar tu mirada. Cuando yo fui a Roma, parte de mi alma se quedó entre las ruinas, los muros, el silencio y el arte.

Espero Inma, ahora que eres su dueña, que ese sentimiento que yo tuve en Roma, algún día pueda ser compartido, y espero que este ángel que pinté en añoranza de un viaje místico sea la unión del sentimiento por el arte que ambas profesamos. Él, es testigo de mis recuerdos, del encogimiento de mi alma en un nudo cuando contemplé la Capilla Sixtina y caían de mis mejillas lágrimas de auntentica felicidad, de puro extásis de la mirada... No hay sentimiento alguno parecido y espero que algún día cuando nos veamos, vea en tus ojos esa misma mirada que traje yo, llenos de Roma.

2 comentarios:

  1. Es precioso Raquel, tanto el cuadro como el sentimiento que has descrito, me has puesto el bello de punta... Roma para mi es mi rincón donde perderme, arte y sentimiento en estado puro.

    Un beso guapa

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  2. Gracias Sara, así es, Roma es un sitio donde el alma puede perderse en cada rincón.
    Me alegro que te guste ;) , un abrazo:

    Raquel

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