Como ya sabéis aquellos que seguís el blog, suelo acostumbrar a publicar
alrededor de una vez por semana, máxime 10 días, un nuevo post.Estos dos últimos meses, han sido meses un poco díficiles... y por ello me he demorado bastante en hacer nuevas publicaciones.
Este post que os traigo, es un post lleno de sentimientos, y de días de estar en un sitio tan tétrico, como lo es un hospital. Por suerte, todo está, poco a poco, volviendo a su cauce. Pero hemos vivido momentos muy duros.
Durante la estancia en el hospital, yo, que estaba acompañando y ayudando a mi madre, que fue intervenida de un problema de salud bastante grave, he estado intentando cambiarle el paisaje del inerte blanco, los pitidos de las máquinas, y las horas interminables.
Una de las ilustraciones, es especialmente emotiva, no por lo que representa, sino por la historia que lleva detrás. La próxima semana os la contaré.
Mientras espero que como a mi madre, os cambie el paisaje y os traiga buenos sentimientos. Un saludo
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